El cambio climático afecta a todas las personas que habitan el planeta Tierra; desde un pequeño agricultor hasta un gran empresario. Todos nos vemos afectados por los fenómenos meteorológicos extremos que experimentamos actualmente, el aumento del nivel del mar, el aumento en la temperatura de la Tierra y la pérdida de ecosistemas enteros.
La emergencia climática representa una serie de amenazas que cada día se agravan más, como la escases de agua y de alimento, insumos básicos para la vida humana pero también para la operación de las empresas. Conforme estas amenazas se acrecienten, aumentará la posibilidad de desencadenar conflictos sociales y desabastecimiento de materia prima para las empresas.
La respuesta es sí. El cambio climático sí afecta a tu empresa.
Afecta tus recursos, el territorio en donde operas, tu estrategia de negocio, el comportamiento de tus clientes, tu segmento de mercado, tus objetivos a mediano y largo plazo, tu organización interna, los precios del mercado, el poder adquisitivo de tus consumidores y tus procesos.
¿Qué puedes hacer al respecto?
Las empresas pueden ser parte importante de la solución ante el cambio climático mediante la innovación y las inversiones a largo plazo en eficiencia energética y en desarrollo con bajas emisiones de carbono.
La ONU plantea medidas que las empresas pueden implementar como parte de su estrategia de mitigación del cambio climático:
1. Mejorar su eficiencia energética
2. Reducir la huella de carbono de sus productos, servicios y procesos
3. Invertir en el desarrollo de productos y servicios innovadores e inclusivos, climáticamente inteligentes y con bajo nivel de emisión de carbono
4. Establecer metas para la reducción de las emisiones de carbono
Es una realidad que el cambio climático cambia el escenario en todas las industrias y, que el impacto que tienen la empresas en la solución es notable.
Si aún no visualizas el cambio climático en tu análisis empresarial y tu estrategia no contempla acciones de mitigación… Cuidado. El impacto económico es inevitable y, dentro de las recomendaciones de la ONU hacia las empresas, enfatiza la necesidad de prepararse para adaptarse al cambio climático y reforzar la resiliencia en sus operaciones, las cadenas de suministro y las comunidades en las que operan.